10 señales principales de un COÁGULO DE SANGRE en la pierna (prevención de la Trombosis Venosa Profunda)

Conocidas médicamente como trombosis venosa profunda o TVP, los coágulos de sangre pueden formarse en cualquier parte del cuerpo, pero generalmente ocurren en el muslo, la pelvis o la parte inferior de la pierna.
Cuando una parte de un coágulo se desprende y viaja a los pulmones, donde causa una obstrucción, se denomina embolia pulmonar o EP. Esta es una emergencia urgente que no se puede ignorar ni retrasar.
En el video de hoy, analizamos 10 señales que alertan sobre un coágulo de sangre en las piernas. El video está al final de este artículo.
También revelamos una afección oculta que causa coágulos de sangre y cómo prevenirlos.
Número 10: Inflamación.
La hinchazón en las piernas puede ser señal de un coágulo de sangre (o trombo), especialmente si otros tratamientos caseros para la inflamación, como las compresas frías y calientes, no alivian el síntoma. El tejido y el hueso densos de esta parte del cuerpo dificultan la descomposición o absorción natural de los coágulos. Si experimenta hinchazón inexplicable en la pantorrilla, el tobillo o la parte superior de la pierna, busque atención médica de inmediato.
Número 9. Enrojecimiento de la piel.
Hay muchas razones por las que la piel de una persona se enrojece, como la exposición al sol o una reacción alérgica. Si el enrojecimiento se acompaña de manchas oscuras, podría tratarse de un coágulo. Estos coágulos pueden agrandarse con el tiempo sin motivo aparente. Si el enrojecimiento persiste después de una lesión o cirugía, consulte a un médico.
Número 8. Piel caliente.
La piel que rodea un coágulo de sangre se calienta al tacto e incluso puede irradiar calor. Si el síntoma persiste y la compresa fría no ayuda, consulte a un médico. La piel caliente también puede estar acompañada de sensaciones de hormigueo y pulsaciones.
Número 7. Sensibilidad.
La piel que rodea el coágulo puede doler o volverse sensible al tacto. Además del dolor agudo, este síntoma con frecuencia requiere que las personas se apoyen en la otra pierna para aliviar las molestias, lo que puede provocar distensión muscular y articular.
Número 6. Aumento de la frecuencia cardíaca.
Cuando un coágulo de sangre en la pierna aumenta de tamaño, el cuerpo se esfuerza al máximo para eliminarlo. Los órganos vitales tienen que trabajar más, lo que provoca un aumento de la frecuencia cardíaca. Una frecuencia cardíaca más alta puede producir sus propios síntomas, como dificultad para respirar y dolor en el pecho. Una palpitación que no se pueda atribuir a la actividad física ni a otras razones reconocidas debe ser evaluada por un médico.
Número 5. Fiebre.
Cuando un coágulo de sangre se desprende y entra en el torrente sanguíneo, algunas personas presentan fiebre. Esta fiebre puede ir acompañada de escalofríos, temblores, sudoración, dolor de cabeza, debilidad, deshidratación, fatiga y dolores corporales. En casos graves, la fiebre puede dispararse, provocando cambios de humor, confusión y otras anomalías psicológicas.
Número 4. Distensión venosa. A veces, las venas distendidas o hinchadas pueden ser señal de un coágulo sanguíneo. Los coágulos que se agrandan pueden comprimir los vasos sanguíneos circundantes. Las personas con venas varicosas tienen un mayor riesgo de desarrollar coágulos sanguíneos en las venas profundas de las piernas.
Número 3. Desmayos.
Los desmayos suelen estar asociados con niveles bajos de azúcar en sangre o deshidratación, pero también pueden ser señal de un coágulo sanguíneo. Cuando un coágulo sanguíneo obstruye el flujo de sangre oxigenada al cerebro, se puede sentir mareo o desmayo. Si el coágulo sanguíneo se desplaza a los pulmones, se pueden presentar síntomas respiratorios. Muchas personas desconocen que un coágulo sanguíneo puede causar desmayos. Esto puede llevar a un diagnóstico erróneo.
Número 2. Fatiga.
Cuando un coágulo se agranda, los mecanismos naturales de defensa del cuerpo se activan para eliminarlo. Esto puede consumir mucha energía y recursos, provocando una sensación de cansancio. Incluso después de dormir, la persona puede sentirse cansada y débil. Si presenta fatiga inexplicable, podría ser señal de un coágulo sanguíneo, especialmente si presenta dolor, hinchazón y enrojecimiento en la zona afectada.
Número 1. Ausencia de síntomas.
En aproximadamente la mitad de los casos de coágulos sanguíneos en la pierna, es posible que no se presenten síntomas hasta que el coágulo se desprende y se aloja en los pulmones. Existe un período limitado en el que los médicos pueden tratar o extirpar el coágulo antes de que cause consecuencias mortales, como una embolia pulmonar.
A continuación, ¿cuáles son los síntomas de la embolia pulmonar?
Estos incluyen niveles bajos de oxígeno en sangre, dificultad para respirar, frecuencia cardíaca acelerada, dolor en el pecho, fiebre baja y presión arterial baja.